La lectura es uno de los mejores hábitos que podemos tener entre otras cosas por ser necesario en todo proceso educativo.
A través de la lectura se tiene acceso a mucha información y es una vía importante de aprendizaje.
Por medio de la lectura tenemos la oportunidad no sólo de adquirir conocimientos, sino también permite el sano entretenimiento, el incremento del vocabulario, estimula la imaginación, la creatividad y la memoria.
Leer aporta muchos beneficios tanto intelectuales como emocionales.
Pero si al leer nos cuesta mucho captar el contenido o ni siquiera lo hacemos, es probable que estemos cometiendo algunos errores.
Para mejorar nuestra lectura podemos tomar algunas medidas que nos ayudarán a obtener mejores resultados.
Recomendaciones para mejorar la lectura
Antes de empezar a leer un texto o material, es recomendable darle un vistazo a la tabla de contenido, a los encabezados o títulos destacados, a las ilustraciones y a la reseña del contenido.
Esto permite tener una idea de qué trata, si es de nuestro interés o su contiene la información que estamos buscando.
Si se trata de un material nuevo para nosotros lo mejor es realizar primero una lectura rápida con el objeto de tener una idea general del tema central del texto.
Posteriormente, pasamos a leer de forma más detenida para entender, asimilar y retener el tema.
De contener información algo compleja estructurada en frases largas y complicadas, difíciles de entender a primera vista, lo recomendable es leer despacio.
Ahora bien, si estamos buscando algún concepto o dato especifico, podemos leer un poco más rápido.
Después de varios fragmentos, es bueno hacer una pausa para revisar mentalmente el contenido y reflexionar sobre lo que acabamos de leer, evaluar si lo hemos entendido bien y si podemos seguir avanzando o en caso contrario, necesitamos retroceder y volver a leer.
Podemos incluso plantearnos algunas preguntas y ver si somos capaces de responderlas sin revisar el texto. De ser así, vamos por buen camino.
Cuando encontremos en el texto palabras que no sabemos que significan, debemos anotarlas y buscar su significado. Esto no solo nos permitirá entender a cabalidad el texto sino que nos ayuda a ampliar nuestro vocabulario.
También es muy importante a la hora de leer adoptar una postura apropiada que no invite totalmente al descanso pero que tampoco sea incómoda.
Hay que tener mucho cuidado en cómo nos sentamos. Estar incómodos evita que nos concentremos totalmente, nos ocasiona fatiga y dolores musculares.
Por otra parte, estar demasiado cómodos puede darnos algo de pereza y de igual forma se pierde la concentración.
El lugar es otro factor a considerar y que influye en la captación del contenido. Se recomienda leer en un lugar tranquilo y apartado de distracciones.
Utilizar técnicas de memorización como recursos mnemotécnicos es una buena herramienta.
Leer con sentido crítico es fundamental. No se debe aceptar todo lo que se lee sin razonarlo y evaluarlo. Muchas veces la opinión personal del autor se refleja en el contenido, bien podemos coincidir con él o no.
Pero por sobre todas las cosas lo que realmente permite leer mejor es la actitud y la motivación. Tratar de mantener el interés en lo que se lee y la concentración muchas veces hace la diferencia entre captar o no.
Por último, hay que leer, leer y seguir leyendo. Mientras más lo hacemos, mas entrenamos a nuestro cerebro y seremos capaces de hacerlo cada vez mejor con mejores resultados.