Es habitual ver ofertas de cursos, tanto presenciales como on-line, en el que nos prometen una formación completa, tanto teórica como práctica, de alta calidad, competitiva, y con altas expectativas laborales. Pues bien, esto no siempre va a ser así y nuestra inexperiencia nos puede jugar una mala pasada. Por este motivo, hoy voy a contar mi experiencia sobre qué elementos debe incluir un buen curso para que podamos plantearnos nuestra inscripción en el.

Contratación Privada.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que, salvo que tu vocación empresarial se vaya a dirigir a hacer negocios con la administración pública, algo no demasiado recomendable en tiempos de crisis, donde el Estado no es buen cumplidor, la mayoría de las transacciones comerciales que se realizan hoy en día se producen entre particulares, ya sean personas físicas o jurídicas. Un buen curso de negocios deberá contemplar las posibles estrategias de negociación, además de contar con una buena estrategia oratoria, que incluya los aspectos psicológicos esenciales y el estudio de la variedad de roles y de las distintas posiciones de poder que podemos encontrar en una mesa de negociación. También debería poseer, como mínimo, una buena introducción a la redacción de contratos, elemento esencial de una negociación y, al fin y al cabo, documento privado con fuerza de ley que va a servir de base a toda nuestra relación comercial. El conocimiento de las distintas formas contractuales ha de ser fundamental en nuestra formación si no queremos empezar con mal pie desde el primer día. Nociones básicas sobre los distintos tipos de documentos privados, así como algunas nociones de escritura pública, serían también elementos a considerar positivamente. Por último, aunque el curso sea de negocios, no hay que olvidar la vertiente jurídica, y es que al fin y al cabo las relaciones comerciales se regulan por leyes, por lo que debemos conocer también los distintos tipos de consecuencias legales que pueden ocasionar los incumplimientos de contrato.

La Contratación Mercantil.

Si bien la contratación privada es uno de los pilares fundamentales en las relaciones comerciales, es habitual que existan leyes mercantiles de contratación para empresas con alto grado de especialización. El mundo de los negocios, entre profesionales que se dedican a ellos en exclusiva, tiene una amplia regulación específica que, después de sentadas las bases introductorias del epígrafe anterior, deberíamos preocuparnos por conocer. Estamos hablando de conceptos tales como las compraventas especiales, los contratos de distribución o los contratos bancarios.

La Organización de la empresa.

Conocida ya la base legal que va a regular nuestro ámbito de actividad, es el momento de afrontar, a nivel logístico y organizativo, la manera de levantar y sostener nuestro proyecto empresarial. Para esto debemos conocer los requisitos para la constitución de una empresa, descubrir que mercados o nichos van a ser los más favorables y cuales están ya sobre explotados, cual va a ser nuestra dinámica de trabajo y que requisitos administrativos, laborales y fiscales van a ser fundamentales para el desarrollo de nuestra labor. Sí, como extra, encontramos materias que hablen sobre liderazgo, estaremos ante un curso en el que merezca la pena matricularse.

Distinto tipo de Sociedades.

Si bien este epígrafe varía de país en país, es fundamental conocer qué tipo de asociación jurídica está permitida en cada país, cuáles son sus requisitos esenciales y cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes. Conocer los puntos fuertes y debilidades de nuestra formación será básico a la hora de optimizar gastos y maximizar ingresos. En el caso español, por ejemplo, encontramos tres grandes sociedades: La sociedad anónima, la sociedad limitada y la sociedad profesional.

Como conclusión, señalar que el enfoque de estos cursos puede ir desde los más específico a lo más general, algo que tendremos que tener en cuenta, ya que no es lo mismo estudiar la constitución de una cooperativa agraria en una provincia concreta, que hablar, a “grosso modo”, de la legislación internacional de mercaderías. Pero desde ya, te podemos asegurar que si tu programa de estudios no te enseña nada de lo que nosotros hemos propuesto aquí, quizás sea el momento de que te replantees tus estudios.