Por muy místico que parezca hay muchas personas que creen en el arte de la cartomancia, es decir, la adivinación del futuro por medio de cartas. Sin embargo, no todos piensan igual, así que aplican la máxima de Santo Tomás, ‘ver para creer’, antes de aceptar que pueda haber algo que vaya más allá de los ojos y la razón. No obstante, hay cosas que simplemente son inexplicables, y una de ellas es este arte adivinatorio que se ha llevado a cabo durante siglos.

3 métodos de lectura

La cartomancia tiene 3 métodos de lectura para los cuales se utilizan las cartas del tarot: el primero que nombraremos es el del magnetismo, que básicamente es magnetizar las cartas con la energía del vidente cartomántico; es decir, el vidente es la única persona que las toca y las baraja, con la intención de obtener una respuesta más clara y precisa. El consultante sólo realiza una pregunta que, según el orden en el que salgan las cartas, será contestada.

El método de la concentración es uno de los menos comunes porque necesita un nivel de concentración muy elevado. En este caso, la concentración debe ser tal que el vidente debe tener la capacidad de visualizar e interpretar lo que aparece en las cartas. Por último, está el método de la intuición que, como lo indica su nombre, se basa en los instintos. En este caso, el vidente debe ser sincero y decir si puede, o no, realizar la tirada porque sus emociones podrían interferir en la interpretación y arrojar respuestas incorrectas, ya que se estimulan las sensaciones que se perciben por medio de la lectura.

La cartomancia y los errores en su interpretación

La incredulidad con respecto a este tema se sustenta en que a veces nos guiamos únicamente por lo que ven nuestros ojos, dejamos a nuestro mundo interior a un lado y nos concentramos sólo en lo que conocemos; pero lo cierto es que hay algo que va más allá de nuestra razón, y ahí entra la cartomancia.

Aunque muchas personas piensan que este arte adivinatorio sólo busca predecir el futuro, lo verdaderamente cierto es que cada quien es dueño de su propia vida y las cartas solamente son un canal de ayuda para tomar consciencia de lo que pudiese ocurrir si uno sigue actuando de la misma manera. De esta forma, una vez que se asume lo que puede ocurrir se puede cambiar de dirección si así se desea, es decir, el futuro lo hace cada quien a su medida.

Las cartas siempre van a decir la verdad, pero quien las interprete se puede equivocar. Por esta razón, hay que tener mucho cuidado al momento de elegir con quién se va a realizar este tipo de consulta, porque se puede sugestionar a alguien sobre un tema en especial y en vez de ayudarle a salir, y mostrarle otros caminos, se podría quedar estancado pensando en que las cosas son únicamente como se les dijo. Recuerda que la palabra tiene un gran poder y este no se debe desperdiciar ni usar para hacer daño.