Para que una compañía funcione adecuadamente es necesario contar con la Auditoría interna o externa de algunas áreas administrativas, con el fin de garantizar su desarrollo y crecimiento.

Una revisión periódica de los estados contables de la empresa ayudara a evaluar y detectar si existen pasivos fiscales y cuáles serían sus potenciales implicaciones.

Asegurarnos de tener disponibles los informes financiero – contables, situación mercantil y contingencias siempre bajo una perspectiva fiscal.

La Auditoría o chequeo fiscal mostrara las debilidades y fortalezas de la compañía, convirtiéndose en un instrumento imprescindible que fortalezca la toma de decisiones para evitar el riesgo de actuaciones por parte de la Administración Tributaria del Estado.

Para evitar el riesgo de actuaciones por parte de la Inspección Laboral del Estado se debe contar con un chequeo laboral periódico que nos proporcione la información necesaria para tener una imagen de la situación jurídico laboral y de seguridad social en la que se encuentra la empresa y evitar conflictos socio laborales que lleguen al grado de sufrir demandas judiciales en contra de la compañía.

Este tipo de auditorías debe abarcar la estructura general de la empresa, los reglamentos internos para cada centro de trabajo, la revisión de los contratos individuales o colectivos de trabajo, revisar la nómina salarial y pago de dietas, revisión de las retenciones aplicadas, auditar los sistemas y tiempos de trabajo, la modificación, suspensión y terminación de relaciones laborales, estudiar los procesos laborales e inspecciones de trabajo históricos, verificar que los trabajadores tengan la representación legal, asegurarse de que los empleados cuenten con la seguridad social de ley y prevenir accidentes de trabajo.

Como podemos analizar, las auditorias en las áreas contables y laborales son simplemente imprescindibles para poder contar con una empresa debidamente establecida, que piense en el desarrollo de sus empleados y en su propio crecimiento.