Siempre se ha dicho que os hijos de un matrimonio divorciado son los que más sufren emocionalmente y económicamente. Son muchos los casos en que una vez divorciados los padres, uno de estos, usualmente el padre, se va y deja en desamparo a sus hijos. Pero ¿cómo resguarda la ley a los hijos de un matrimonio separado?

Patria Potestad: este es el conjunto de deberes y derechos de los padres que les permite tomar decisiones sobre sus hijos o sus bienes y representarlos, es decir, aunque los padres se separen ninguno de los dos pierde el derecho de representar a sus hijos. En caso de agravantes como falta de pago de pensión, incumplimiento de obligaciones o acusaciones penales por parte de uno de los padres, se le quitará la patria potestad pero aún podrán mantener el derecho de visitas.

Guarda y custodia legal: este recurso de la ley se refiere a quién convivirá habitual y diariamente con el o los hijos. En caso de separaciones matrimoniales, ambos padres pueden tener la patria potestad pero sólo uno tendrá la guarda y custodia. En el caso de custodia compartida ambos padres tienen el derecho de guarda y potestad.

Pensión alimenticia: esta pensión no sólo cubre las necesidades alimentarias de los hijos sino que además debe sustentar vivienda, ropa, educación y salud. Ambos padres deben costear estos gastos de manera proporcional a sus ingresos. Los hijos mayores de edad también tienen derecho a pensión alimenticia salvo que ya se haya independizado económicamente.

Pensión compensatoria: esta es otorgada a la parte de un matrimonio divorciado que se ve desmejorada económicamente a causa del divorcio. Esta compensación puede ser otorgada por tiempo definido e indefinido o ser otorgada una sólo vez cuando la suma de dinero es grande. Esta pensión no es obligatoria a no ser que un juez determine un cierto desequilibrio económico en una de las partes.

La verdad es que el dolor emocional de un divorcio es difícil de sobrellevar para todas las partes, no sólo para los hijos. Pero al menos está la seguridad de que los hijos no quedarán desprotegidos en caso de divorcio de los padres, y teniendo la oportunidad de que sean ambos padres los que se hagan cargo de sus hijos por igual para que éstos se afecten lo menos posible.

Hay que intentar realizar las cosas conforme a lo establecido y posibilitando que los menores de edad sufran las consecuencias lo menos posible. Ya que siempre estos menores se acaban convirtiendo en víctimas pasivas de las separaciones de los padres. Se recomienda pensar en ellos antes de actuar contra la pareja de la que se quiere separar, para así darles una oportunidad para que sobrelleven mejor la separación de sus padres.

Fuente: http://www.abogado-matrimonial.es