La sal del Himalaya tiene tu distintivo tono debido a su composición de magnesio, calcio, potasio y hierro, es rica en minerales y oligoelementos. Esta sal rosa se extrae de forma manual y no se refina ni es yodada, manteniendo sus nutrientes de forma natural.
Se recomienda su uso en pescados y carnes, y echarla después de cocer para conservar todas sus cualidades.
Esta sal de más de 250 millones de años proviene de las montañas del Himalaya. Sin duda es la sal más pura disponible en la tierra, al no estar contaminada con ninguna toxina o tratada químicamente. Se la conoce como “oro blanco” porque contiene eones de luz almacenados en ella que la hacen relucir. Junto con el agua pura de manantial, los cristales de sal del Himalaya ofrecen todos los elementos naturales que encontramos en el cuerpo humano, y tienda Trops te ofrece la mejor selección, en presentaciones de variados pesos.
Al contener 84 oligoelementos, a diferencia de la sal común que sólo posee 2, figura como una ideal opción para el tratamiento de ciertas afecciones, como arritmias, presión arterial alta, niveles elevados de azúcar en sangre, baja de libido, acidez, congestión nasal, insuficiencias renales, disminución del tono muscular y los niveles bajos de serotonina y melatonina. También se asegura que purga o limpia el tejido conjuntivo, estimula el sistema inmune, y el drenaje de toxinas, ayudando a adelgazar y eliminar metales pesados, además, que mejora el estado de ánimo y brinda mayores niveles de energía. Sirve en tratamientos complementarios para la psoriasis, herpes, hongos, artrosis, insomnio, mareos, osteoporosis, personas con desbalance electrolítico en la sangre, retención de líquidos y sinusitis. Desde tiempos remotos se usa para sanar ampollas, infecciones recurrentes, acné, reumatismo, mordedura de insectos, heridas y pies fríos. Un uso para el tratamiento de afecciones en la piel, es colocar 10 gramos de sal por cada litro de agua, humedecer la zona y luego secar con toalla.