En los aparcamientos y plazas de garaje de hoy en día los coches difícilmente consiguen entrar en su plaza sin tocar alguna columna o algún otro vehículo, de modo que los topes de estacionamiento resultan imprescindibles para aparcar con la seguridad de que uno no va a dañar su coche durante una maniobra que normalmente se repite cinco veces a la semana de forma que el hecho de facilitar esta tarea ahorra mucho tiempo que normalmente se pierde en el garaje entre maniobra y maniobra.
La ventaja de estos topes es que el conductor no tiene que bajarse del coche para ver si está maniobrando correctamente o para ver cuánto espacio queda entre la pared y el coche, ya que el propio tope sirve de “aviso” para informar de que ya no hay que avanzar más. Obviamente si uno pisa a fondo el acelerador probablemente el tope no servirá ni de decoración, pero en una maniobra a una velocidad normal este tope resulta más que suficiente para ayudar a aparcar el coche de forma segura.
La instalación de un tope de estacionamiento simplemente requiere de algún amigo voluntario para ayudar durante la colocación al tope, ya que es fundamental instalarlo de manera que el coche no toque la pared o la columna cuando esté delante del tope, porque en caso contrario no tiene ningún sentido instalarlo. La mejor forma de hacer la instalación es colocar el coche como siempre se aparca y después marcar los topes con un rotulador justo detrás de las ruedas.
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