El hombre, a lo largo de los años ha desarrollado su creatividad con el fin de facilitar un poco sus tareas diarias, como cargar equipamiento, animales, o trasladarse a largas distancias.
Es por eso que desde tiempos remotos ha intentado facilitar sus trayectos con máquinas que permitan su desplazamiento sin la necesidad de implementar su propia energía.

Con esto dan nacimiento a los automóviles, un invento que evoluciona con el paso de los años para adaptarse al ajetreado ritmo de vida que llevan los seres humanos y con ello, sus necesidades.

¿Qué es un automóvil?


Se entiende por automóvil toda máquina que pueda moverse por sí sola, según la conclusión de su nombre en origen latín y griego. Por lo tanto, toda máquina que sea capaz de moverse mediante una propulsión, es un automóvil.
Al principio los automóviles se crearon con el fin de transportar a los seres humanos, sin embargo, al ver las capacidades que se podían lograr con un motor, lo implementaron para la carga de objetos y animales.
Aunque muchas personas consideran que automóvil solo se trata de los coches, es totalmente falso, puesto que, debido a su definición, se entiende por automóvil todos los vehículos que se puedan mover por sí solos.
Por lo tanto, un automóvil puede ser de dos, de tres, de cuatro o más ruedas, sin importar su tamaño o características generales, siempre y cuando sea autopropulsado.




Primeras fuentes de energía
Hacia mediados del siglo XVII las necesidades del hombre por encontrar una fuente de energía ajena a los animales para transportarse eran vitales para ellos, por lo que se desarrollan los primeros prototipos con neumáticos para aliviar a los caballos.
Por eso, gracias a su ingenio, y a los materiales que poseían desarrollaron fuentes de energía alternativas que pudieran funcionar por sí solas dentro de un motor.

El primer automóvil
Aclarado ya todo el concepto general de los automóviles, la historia relata que los primeros vehículos que se dieron a conocer no comenzaron siendo suministrados de energía con gasolina.
La creación de los primeros automóviles ocurrió antes de la revolución industrial, en el siglo XVIII, por lo que los primeros modelos que fueron utilizados eran autopropulsados por vapor.
Este primer vehículo autopropulsado a vapor fue creado por Nicolás-Joseph Cugnot, en el año 1769, y era llamado “Fardier”. Como fue el primer modelo era muy ruidoso y pesado.

1885, comienzos de la propulsión con gasolina
Con el paso de los años, y con el descubrimiento que dejó la revolución industrial y todas las fuentes de energía que se podían desarrollar se empezaron a hacer cambios en los automóviles.
Estos cambios generaron un nuevo capítulo en la historia de los automóviles, ya que alrededor de 1885 se conoce el primer automóvil que funciona con combustión interna dotado de gasolina.
La historia de los automóviles relata tres fases claves para su evolución de acuerdo a la energía de propulsión, el vapor, la gasolina, y, por último, la electricidad.

Siglo XX
Con el paso de los años, la tecnología ha revolucionado la maquinaría de los automóviles, dando paso a los distintos métodos con propulsión a través de la gasolina.
Uno de los modelos pioneros de este método de propulsión a gasolina, y que además se destacó por ser totalmente accesible para todas las personas que gozaran de un sueldo decente fue el Modelo T.
Un automóvil desarrollado por Ford el cual era totalmente accesible, con un modelo totalmente rentable, que soportaba los terrenos de esa época y totalmente duradero.
A partir de este Modelo T, el imperio de Ford se popularizó en todo el mundo y dio paso a la era de los automóviles, una época donde con el paso de los años la modernidad atacaba las necesidades del hombre.