Si ha tenido problemas de derecho laboral, retrasos en los pagos o impagos de los clientes, conflictos entre accionistas, problemas en la cadena de suministro, personas que roban sus secretos o que ignoran sus derechos de propiedad intelectual, así como problemas de ciberseguridad, comprenderá las molestias que pueden causar los conflictos empresariales.

Estos problemas afectan a las pequeñas empresas tanto como a las multinacionales. La principal diferencia es que la mayoría de las veces las PYME no cuentan con grandes presupuestos legales, por lo que tienen que ser increíblemente astutas en cuanto a la forma de gestionar y resolver los conflictos comerciales.

Los litigios comerciales pueden causar importantes trastornos a una pequeña empresa y, en el mundo actual de las reseñas en línea y las publicaciones en las redes sociales, los litigios pueden causar daños irreparables a la reputación. El truco para evitar que una disputa menor se convierta en una batalla en toda regla es obtener el asesoramiento de un abogado especializado  en disputas comerciales como los de CREMADES tan pronto como el desacuerdo se haga evidente.

¿Cómo puedo evitar un conflicto empresarial?

La mejor manera de abordar las disputas empresariales es evitar que se produzcan en primer lugar. Hay varias cosas que puede hacer para mitigar el riesgo de que se produzca un conflicto:

  • Disponga de sólidos contratos comerciales, de consumo, de proveedores y de empleo que incluyan cláusulas detalladas sobre el tratamiento de los conflictos.
  • Asegúrese de tener unas condiciones claras que expliquen cómo lleva a cabo su actividad comercial. Estas deben incluir sus políticas de entrega, precios, cancelaciones y retrasos en los pagos.
  • Resuelva los problemas con rapidez. Muchos de los conflictos que acaban en manos de los abogados de resolución de litigios podrían haberse resuelto con un correo electrónico bien redactado o una rápida llamada telefónica. Mantenga siempre abiertas las líneas de comunicación con sus empleados, socios, proveedores y clientes y asegúrese de que saben que pueden acudir a usted en primera instancia si surge un problema.

Por desgracia, algunos conflictos comerciales son inevitables. Si se ve envuelto en uno, vea a continuación los pasos que puede dar para proteger los intereses de su pequeña empresa.

Primer paso: busque asesoramiento jurídico experto

Si ha intentado resolver la disputa de manera informal a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas y/o reuniones y las cosas empiezan a intensificarse en lugar de calmarse, es vital que se ponga en contacto con un abogado especializado en resolución de disputas para que le asesore. Es probable que hayan asesorado en una situación similar en el pasado y que utilicen tácticas y estrategias probadas para resolver los asuntos de la forma más rápida y económica posible.

Segundo paso: considerar los métodos alternativos de resolución de conflictos

Los métodos alternativos de resolución de conflictos (ADR) ofrecen una forma menos costosa y más rápida de resolver los conflictos jurídicos empresariales en comparación con los litigios formales. Además, los métodos alternativos de resolución de conflictos son confidenciales en cuanto a los detalles de la disputa y cualquier acuerdo alcanzado o, en el caso del arbitraje, un laudo dictado.  

Las formas más comunes de ADR incluyen:

Negociación: los abogados negociarán los detalles del litigio en nombre de las partes por teléfono o en persona. También se puede organizar una mesa redonda de negociación. 

Mediación: proceso voluntario en el que un mediador imparcial ayuda a las partes en conflicto a lo largo de una o varias reuniones para llegar a un acuerdo voluntario.

Adjudicación: utilizada principalmente para los contratos de construcción y los litigios por negligencia profesional, un Adjudicador, que puede ser designado por las partes en función de su cualificación y experiencia, dicta una resolución sobre el litigio. Salvo que se acuerde una prórroga, el proceso de adjudicación debe concluirse en un plazo de 28 días. 

Arbitraje: las partes firman un acuerdo de arbitraje que establece cuándo y cómo se llevará a cabo el arbitraje para resolver un conflicto. Los laudos arbitrales suelen ser vinculantes y pueden ejecutarse a nivel internacional.

Un abogado especializado en litigios comerciales puede asesorarle sobre el método de resolución alternativa de conflictos que más posibilidades tiene de resolver su litigio.

Tercer paso: estar preparado para acudir a los tribunales

Acudir a los tribunales es una opción de último recurso y algo que los mejores abogados especializados en resolución de conflictos evitan en la medida de lo posible. Sin embargo, a veces no hay más remedio: lo que está en juego es demasiado importante y las posiciones de ambas partes están demasiado arraigadas como para evitar el procedimiento judicial. 

Es importante que analice con su abogado los riesgos y las oportunidades que presenta el litigio. También puede explorar la opción de la financiación de los litigios. Muchas entidades de financiación ofrecen ahora soluciones para las pequeñas empresas, permitiéndoles seguir con el litigio sin asumir los riesgos que conlleva.